El disco que inspiró a los Beatles

Por Fernando Barraza

En el invierno boreal de 1966 Brian Wilson, líder indiscutible de The Beach Boys imaginó un disco con una complejidad armónica que ninguno de los 10 discos anteriores de la banda hubieran tenido. El sueño era grande, pero no imposible para quien se sintiera tan inspirado como cansado de repetir una fórmula empresarial para que su música le sirva a la industria discográfica.

En tren de soñar en grande, también sueña con llenar ese disco de sonoridades extraordinarias, nunca usadas en el estudio de grabación por nadie: instrumentos árabes, electroteremines, timbres de bicicleta, campanas, cestos de la basura, botellas, barcos y ladridos de perro. Lo hace muy de a poco, bajo la mirada atenta del resto de la banda, que no estaban seguros de estar participando en una obra de arte trascendente o en un simple delirio de su compañero más tenaz. Tanto así que el vocalista Mike Love una de las tardes de grabaciones le disparó un lacónico y desubicadísimo: "Brian, ¿quién va a querer escuchar esta mierda?". El disco ha vendido más de 10 millones de copias desde que salió, los dos simples del disco ("Wouldn´t Be Nice" y "God Only Knows") tienen 634 millones y 302 millones de escuchas en Spotify y no existe persona en el mundo que escuche este disco con atención y diga algo negativo sobre él.

Para rematar una tarea creativa inusual y visionaria, contemos que Brian dejó de lado la pereza del escribir siempre sobre chicas y surf y contrató a un publicista (Tony Asher) para que componga letras frescas, directas y super pegadoras, sí, pero con un vuelo que la gente recuerde por siempre.

El resultado final es una de las obras maestras del rock, una de las más grandes de todos los tiempos: "Pet Sounds", el disco que empujó a los mismísimos The Beatles a subir un escalón más en la aventura de componer y grabar obras complejas y bellas. No es una suposición: Paul McCartney no se cansa de admitirlo a todo aquel periodista que se lo pregunte.

Esta semana este disco cumple 59 años. Nada más que agregar, el resto es ponerle pausa a la lectura de #LaYapaWeb por un rato e ir a escuchar esta maravilla con toda la atención que se merece.