Historia de fuegos.
En la historia Argentina, siempre hubo fuegos. Incendios majestuosos que destruyeron cosas muy amadas por la gente, necesarias, reveladoras de la vida de una comunidad con su relación con la tierra, el paisaje, el arte.
En la memoria de miles de personas quedan grabadas jornadas de desesperación ante la batalla contra un enemigo difícil, devorador, rápido, resistente, el fuego. En esa memoria seguramente está aquel día 18 de octubre de 1977, cuando el humo en espirales hacia el cielo, anunciaba la tragedia: se estaba incendiando el Teatro Argentino de La Plata.
El Teatro había sido inaugurado en el mes de noviembre del año 1890, diseñado por el arquitecto Leopoldo Rochi a fines del siglo XIX y financiado por la colectividad italiana.
Su primera obra, el día del octavo aniversario de la joven ciudad de La Plata, fue Otello de Giuseppe Verdi, interpretada por la soprano Elvira Colonnese y el tenor uruguayo José Oxilia.
Durante muchos años siguió su actividad, recibiendo numerosos artistas de distintas partes del mundo, ofreciendo espectáculos de un gran nivel artístico para un público exigente que concurría con verdadera lealtad a los eventos programados.
Cuando se produjo el incendio, la destrucción fue casi total y pese al reclamo de la sociedad y de destacadas figuras del arte, el gobierno militar de entonces prefirió demoler lo que había quedado y se comenzó un nuevo edificio. Las obras comenzaron en 1980, y en 1984 se terminó de construir, sufriendo constantes retrasos y paralizaciones.
En distintas etapas se construyeron las salas que integran el complejo con una presencia insoslayable en la ciudad, el Teatro Argentino de la Plata ha pasado por distintas situaciones muy ligadas a temas de presupuesto y conducción.
No obstante es de destacar la creación de la Orquesta Estable, el Coro estable, el Ballet, siendo formaciones de gran valor artístico.
Ahí está, en el corazón de una ciudad que late al compás de miles de jóvenes que la habitan en tiempo completo y que concurren a las Universidades allí existentes. El Teatro Argentino de La Plata es un habitante que guarda entre sus paredes, el recuerdo de aquel día fatal, cuando las llamas del fuego alertaron a la sociedad que había una batalla por delante para librar: la recuperación de un espacio para el arte.
Hilda López
