“Y el poema vino a tensar la cuerda de sentido”
Durante el mes de mayo se realizó un conversatorio que redescubre una vez más la necesaria obra de Irma Cuña. María Vitarelli la hizo tesis en el libro Los reflejos de la meseta.
El conversatorio fue organizado por la Ministerio de las Culturas y se llevó a cabo los jueves a las 11 hs. con las exposiciones de Gerardo Burton 👇
Enriqueta Morillas y Ricardo Costa. 👇
María Vitarelli vive en San Carlos de Bariloche y abordó la obra poética de la escritora más Neuquina de todes en el contexto de la Maestría en Literatura argentina contemporánea de la Universidad Nacional de Cuyo. El trabajo final fue editado por Ediciones con doblezeta a fines de año pasado.
Irma fue docente en la Facultad y yo la conozco a través de unos seminarios de poesía española que ella dictó. A partir de esos encuentros en las aulas de la Universidad ella me fue regalando parte de su obra y yo la fui atesorando. Ella era muy buena docente, la recuerdo transmitiendo apasionada su saber de las letras… terminaba embarcándonos a todos en sus búsquedas y caminos.
Era la década del ‘90 y posteriormente, cuando cursé la maestría fue en la primer persona en qué pensé. Allí me llevé el grato momento de que cuando la propuse como tema de mi trabajo final, todos la conocían; yo llevaba “Poesía Junta” y otros libros de ella y Gustavo Zonana, mi director, me dijo que no hacía falta que los saque de la mochila porque él la conocía muy bien.
¿Por qué considerás tan importante su obra poética?
Bueno, primero por su valía estética. Segundo porque, cuando yo empiezo a indagar, está presente su figura en todo lo que consulto. Hay que recordar que crea la cátedra libre sobre Utopía Latinoamericana y es la primer neuquina en ser miembro de la Academia Argentina de las Letras, a partir de lo cual se la nombra madrina de la sede local de la Casa Nacional de la Poesía.
En relación a su estética, el paisaje se impone como un eje vertebrador, y esta representación del espacio y su preocupación es lo más importante. La representación simbólica de la estepa patagónica termina siendo el elemento religante entre las diversas propuestas poéticas de la región, las anteriores y las contemporáneas.
El aire es tan liviano y la ardua primavera tan presente. Nadie recuerda el vendaval ni la helada llovizna. Todonuevo.
