Un verdadero León
Los animales suelen ser usados en la caracterización humana, por ejemplo: una persona mala es “un perro”, una persona astuta es “un zorro”, una persona inquieta es “un mono”, si es mimoso es “un gato”, y así cada uno tiene su par, y el rey de la selva sigue siendo el león. De él se trata cuando pensamos en alguien fuerte y que cuida lo que siente propio, el que da seguridad, el que defiende lo que quiere.
Ese León es Gieco, autor, compositor, cantante santafesino que habita nuestros oídos desde hace medio siglo, y que acaba de cumplir 72 años.
León ha recorrido el país de punta a punta en varias oportunidades, pero hay un registro inolvidable que documenta un momento político de la Argentina muy particular: de Ushuaia a la Quica junto a Gustavo Santaolalla (1981).
León pertenece a la generación de los músicos que promovieron el canto colectivo junto a grandes como Raúl Porcheto, Charly García, Nito Mestre, Maria Rosa Yorio, el propio Santaolalla, desde el rock mezclado con el folklore para trascender todos los ritmos aportando a la cumbia, al pop, y reuniéndose con Baglietto, Fandermole y toda la saga de los rosarinos que son faro en el sonido de esta parte de América.
No faltaron en su camino presentaciones con los más destacados de otros países en la música popular: desde Sting a Pablo Milanés, Peter Seeger, David Byrne, Peter Gabriel, Bruce Springsteen, Bob Dylan, Silvio Rodriguez, Joan Baez, solo por nombrar unos pocos.
Pero hay un vínculo que lo ata para siempre a la historia de los argentinos y es su amistad con la Negra Sosa, la gran Mercedes quien vivirá entre nosotros para siempre. Caminos de marcadas y obligadas pausas no impidieron tejer ese hilo de afectos y compromisos.
Hay un tiempo que sella ese pedazo de historia: la dictadura que a ellos, junto a Victor Heredia los mostró como el rostro de una realidad que debía ser enfrentada con valentía y sonidos de América.
León estuvo en la Provincia de Neuquén varias veces.
Recuerdo aquel año 1993/94 que desde la Secretaría de cultura de la provincia, fue invitado a Chos Malla y a Buta Ranquil. Una verdadera fiesta se armó alrededor de su esperada presencia. En el gimnasio de Chos Malal muchísima gente lo disfrutó, fundamentalmente un público de jóvenes entusiastas que lo acompañó cantando algunos de sus temas.
Luego se lo trasladó a Buta Ranquil y como anécdota quedó el hecho de que en el traslado se lo olvidó en ciudad la ciudad de Chos Malal. Cuando llegaron a Buta, se dieron cuenta que León había quedado varado por una confusión entre los choferes de los vehículos que lo debían llevar. Inmediatamente se lo fue a buscar y entre reclamos y risas llegó a destino.
La escuela preparó una recepción para León: mesas largas, empanadas, saludos, abrazos de alumnos y profesores compartiendo el agasajo. Luego, con la torta con el que se festejaba el cumpleaños del pueblo, caminaron hasta el gimnasio donde se realizaba el recital. La población vivió un momento inolvidable, llegaban desde el campo paisanos a caballo y los jóvenes con su amorosa presencia lo rodearon de afecto mientras saboreaban la torta que el mismo cortaba y repartía.
No faltó la invitación a una niña para cantar juntos uno de sus temas, hecho que quedó grabado en la memoria de tantos y de la misma criatura convertida ya en una mujer adulta.
Habrá muchas historias para contar de este artista singular: su entrega al compromiso político, apoyo a Madres y Abuelas, trabajo con discapacitados, apoyo a artistas nobeles, Campañas y Festivales solidarios, en cada momento importante estuvo él.
León Gieco es un verdadero león, muchos lo sabemos y lo pudimos comprobar. Por todo y mucho más este reconocimiento de layapaweb.com
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