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Nadie conoce a Maradona

¿Usted lo conoce a Maradona? ¿Ha dormido con él? ¿Se ha despertado, una fría o cálida mañana, cerca de ese cuerpo fantasioso y mundial? No, me dirá seguramente.

Me dirá que sabe de Maradona lo que han dicho los diarios, y las revistas, y las redes sociales, y la televisión, y la radio. Pero, ¿acaso uno puede conocer a una persona mediante el consumo de esas herramientas?

Nadie conoce a Maradona, todos conocen a Maradona. Es que no hay un solo Maradona. Hay miles. Tal vez millones. Tantos como personas lo nombran en vano, opinan en vano, putean en vano, elogian en vano, admiran en vano. Nada le sirve a Maradona, y a la vez, todo le sirve a Maradona.

Maradona ya no es un ser humano, se ha disgregado en pequeñas partículas que se desparraman en la saliva de la humanidad entera.

El Maradona hombre de 60 años, el que está sedado y confundido en una clínica de Buenos Aires, el Maradona del que habla ese doctor con nombre de Mundial 78, es el desconocido, el ignoto, el impermeable al mito, a la construcción social y cultural del resto de los miles o millones de Maradona que pululan por el mundo.


Nadie conoce a Maradona, todos conocen a Maradona. Así será, por los siglos de los siglos, pues Maradona se ha despegado de la pelota que le dio vida, ese adminículo mágico que, empujado por la mano divina, se alojó entre los tres palos de Peter Shilton; se ha despegado, y ya tiene vida propia, más allá de la vida amarreta de los seres humanos, tan corta, tan mínima, tan fácil de gambetear por una zurda habilidosa.


Nadie conoce a Maradona, yo tampoco lo conozco, digo, a ese Maradona, el que está confundido y sedado.

Todos conocemos al otro, el que no existe, el que es mito y construcción de nuestra propia imaginación afiebrada, necesitada, angustiada ante la ausencia de dioses, que consuelen, un poco, el dolor de la herida de esta vida, tan mezquina, y tan propia.


Rubén Boggi

1 comentario


kichaten
kichaten
07 nov 2020

Ni a los dioses se les enseñó a ser mitos. Ser mito sucede, ¿no?

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