Un libro para leer tomando té
“Camellia. Mujeres que toman té” es una antología que reúne poemas de 49 escritoras latinoamericanas en los cuales el té es el eje de los textos. Pablo Montanaro conversó con Aixa Rava, poeta y directora de Tanta Ceniza, editorial que publicó el libro.
Por Pablo Montanaro
“Encuentren sentido/a este té/a estas velas violetas/para que vivas/nos soñemos”, escribió la poeta neuquina Carina Rita Medina en uno de los 64 poemas que conforman el libro “Camellia. Mujeres que toman té”, publicado por Tanta Ceniza Editora, que reúne textos de 49 escritoras latinoamericanas referidos al té, esa infusión surgida hace más de 5 mil años en China.
Aixa Rava es poeta y dirige Tanta Ceniza, la editorial que publicó este libro de 170 páginas en el que se incluyen poemas de las argentinas María Teresa Andruetto, Silvia Arazi, Glauce Baldovin, Melisa Bendersky, Graciela Cros, Alicia Genovese, Natalia Litvinova, Luciana Mellado, Romina Olivero, Olga Orozco, Susana Villalba, como también de la peruana Julia Kmot, la uruguaya Circe Maia, la australiana Westonia Murray, la brasileña Adelia Prado, entre otras.
La antología está dividida en siete capítulos bajo los títulos de Sanar, Crecer, Leer, Ser, Amar, Olvidar y Beber. Cuenta con ilustraciones de plantas, flores, hojas, como la camellia sinensis (la planta que le da origen al té) realizadas por la artista María Alicia Favot, que también creó las imágenes acuareladas de tapa y contratapa.
Desde la contratapa Malena Higashi, licenciada en letras, periodista y practicante de la ceremonia del té japonesa, conocida como Chado o Chanoyu, sostiene que se trata de un libro de poemas de té pero es especialmente un libro acerca de mujeres que toman el té. Y ese universo, quizás, está asociado a lo femenino en relación al cuidado, la delicadeza, la dedicación. “Tomar el té pero también prepararlo, para una, para otros”, escribió en el prólogo.
En sus poemas, las 64 autoras latinoamericanas comparten memorias, experiencias, sabores, de un ritual, de una ceremonia.
¿Cómo surgió la idea de armar esta antología?
Marisa Negri, la antologadora, hace tiempo que está en el camino del té, que es el camino de la vida, como dice en su blog Diario de té. En 2019 publicó Kasu, un libro en el que plasma su recorrido por el universo del té, y ese mismo año compartió en un posteo de Facebook que buscaba poemas sobre el té, posteo al que yo respondí con dos poemas y a partir del cual se generó un intercambio en el que le dije que lo que estaba haciendo podría ser una antología. Nos quedamos enganchadas con la idea y en diciembre de ese año nos encontramos durante un viaje que hice a Buenos Aires y empezamos a darle forma al proyecto. Marisa ya tenía varias autoras en vista, yo le sugerí algunas otras hasta que quedaron las 49 que conforman el índice. Contacté a María Alicia Favot para las ilustraciones, artista con la que ya había trabajado en el libro de Carina Sedevich, y Marisa invitó a Malena Higashi para el prólogo. La urdimbre del libro fue tejida con amor y entusiasmo, con una fe en la poesía y en el hacer juntas que se propagó a cada etapa del proceso y llegó a cada integrante de la antología.
Es un libro acerca de mujeres que toman el té, ¿qué significado tiene esto en relación a lo femenino pero también a los rituales, a las generaciones?
Como todos los libros de Tanta Ceniza, este también fue tomando forma entre manos amorosas de mujeres, cuidamos de este proyecto como de un pequeño retoño. Marisa trenzaba versos desde Buenos Aires, mientras yo me ponía en contacto con las autoras o, en el caso de las escritoras fallecidas, con sus albaceas o herederos. Cada paso que íbamos a dar era conversado, compartíamos ideas para el lanzamiento, para la presentación, para futuros encuentros y talleres. Hubo desde el inicio una invitación a ser parte del ritual del hacer, del cuidado en el hacer, de la atención. Eso es de alguna manera muy femenino, de lo femenino aprendido, quiero decir, la atención, el cuidado... no son características o virtudes inherentemente femeninas, sino que se han construido como tales a lo largo de los siglos, y las integramos, nos apropiamos de ellas como forma de hacer, en este caso, un libro.
¿A qué se debió la decisión de presentar los poemas en siete capítulos o partes?
Esa fue tarea de Marisa, ella seleccionó las autoras y los poemas, y les dio un orden, motivado por lo que el té puede generar y no por el alfabeto o la cronología. Las partes responden a momentos, eventos, escenas en las que el té es protagonista o es el elemento que hace la diferencia, que otorga significado, que abre a la magia, que se presenta como símbolo, por eso sanar, crecer, leer, ser, amar, olvidar y beber.
Además del prólogo de Marisa Negri, Malena Higashi realiza un aporte importante, ofrece una mirada particular sobre el universo del té.
Sí, Malena y Marisa escriben desde sus experiencias con el té: cómo llegaron a él, cómo lo vivieron y lo viven, los maestros y las maestras con las que hicieron su camino. La poesía y el ritual del té se unen en sus palabras, puerta de entrada para los 64 poemas que recorren otros tantos senderos.
¿Cuál es tu relación con el té?
Mi relación con el té era casi nula hasta que empezamos a trabajar en esta antología. Y eso da cuenta de la maravillosa transformación que genera la escritura y el hacer colectivo, ahora puedo responderte con un poema de Marisa, justamente de su libro Kasu: "Creciente: / dentro de la gran taza del mundo / este arroyito infuso / viene hacia nosotras". Así es mi relación con el té en el presente: un vínculo creciente que me conecta con el aroma, con el sabor, y sobre todo con mi voz y la voz de otras.
¿Qué significado tiene la publicación del libro en el catálogo de la editorial Tanta Ceniza que dirigís?
Tiene el sello de la creación colectiva, de la fe en la visión compartida, de la apuesta por el sueño de otra que se vuelve sueño propio y sueño de todas. El libro fue una apuesta en todo sentido, no sólo es nuestra primera antología de autoras latinoamericanas, sino que es también la primera colección de poemas de estas características, la primera en su género, por eso resulta tan novedosa y está teniendo la repercusión que tiene. Es un honor y una felicidad inmensa contar con semejante reunión de poetas en nuestro catálogo.
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