Sonido Carnota, único e insoslayable

Con la primavera se enciende el aniversario del fallecimiento de Raúl Carnota que se produjo el 27 de septiembre del año 2014. Nacido en el barrio de Almagro, pasó gran parte de su vida en Mar del Plata hasta que comenzó a andar los caminos de la música que lo trasladó por el territorio nacional y extranjero. Su obra musical alcanza la categoría de clásica en el ámbito de la música popular.

Autor e intérprete, compositor talentoso suena en chacareras, gatos y melodías que repican a la hora de los grandes y pequeños encuentros con el genuino sello de lo especial, único. Un rockero volcado al sonido de la tierra fue su identidad y marca. Se lo consideró un revolucionario en el folklore, rompiendo las barreras que separaban dos conceptos sospechados de enemigos: Carnota lo logró. Jazz, folklore, tango, todos los ritmos populares recorridos e iluminados por su exclusivo concepto musical.

Estuvo en varias oportunidades por la Patagonia y su visita era esperada por experimentados y nuevos músicos que se asomaban a su voluminoso libro de saberes de notas y canciones. Alguna vez dijo y repetía, que “yo no soy folklorista, soy músico” y que el ritmo del folklore lo descubrió entre cuerdas y relaciones con grandes referentes, como Adolfo Ábalos, santiagueño y de quien dijo era “el mejor cantor de chacareras del mundo” (sic).

El grupo Los Huanca Hua, lo tuvo en sus filas en el año 1968, pero su debut profesional fue en 1972 con el grupo del recordado Adolfo Ábalos. “El piano en sus tres dimensiones”, fue un espectáculo que marca un antes y un después en aquella década de luces para la música popular del país, con Ábalos, Horacio Salgán y el Mono Villegas. En esa época también acompañó a otras figuras como Susana Rinaldi, Julio Lacarra, Enrique Llopis, Hamlet Lima Quintana y Armando Tejada Gomez.

A fines de los años setenta formó un trío con el percusionista Rodolfo Sanchez y Eduardo Spinassi, y es cuando encuentra su lugar fundamental dentro de la música argentina de la mano de Mercedes Sosa que lo sube al podio de los grandes grabando “Grito Santiagueño” y “Salamanqueando pa mi” (1983), ambos de su autoría, marca indeleble del folklore nacional.

Trece placas discográficas, quedaron como herencia insoslayable de su personal estilo. Numerosos temas propios, algunos compartiendo la autoría como es el caso de “La doble y la yapa”, junto al cordobés Ica Novo (1987), siendo memorables los temas grabados con quien fue su esposa: Suna Rocha y con quien compartió durante más de diez años escenarios importantes. “Solo Luz”, “Pecado de juventud”, “El otro camino”, “Como flor de campo”, “Gatito `e las penas”´, solo por señalar algunos clásicos de su trayectoria autoral.

Del disco "Memoria", con ritmos y sonidos puneños. “Les ofrezco mi canto” es un homenaje a las distintas expresiones artísticas populares que han florecido en nuestro país. Cita en su letra a los pueblos prehispánicos, a la raza criolla, a músicos y bailarines, todos ellos reunidos en una vasija de barro, cofre de sus propios afectos.