Dolina, el astronauta sabio

Por Fernando Barraza

Hola, ¿cómo estás? Me gustaría citar un pasaje del último programa de “La Venganza Será Terrible” que Dolina, Burton y Gillespie hicieron desde el Teatro Chacarerean el viernes pasado.

Vale la cita porque -como es costumbre en él- con una sola frase de remate cómico el negro pintó de cuerpo entero el espíritu de millones de personas en Argentina, anque en el mundo, que encuentran en la crueldad y en el egoísmo algo inspirador.

La cosa era así: venían improvisando un sketch en el que que dos astronautas argentinos (Gillespie y él) habían quedado a la deriva en el espacio tras una fallida misión a Marte y -varados como estaban- decidieron pedir remolque a una nave que vieron venir hacia ellos a través del horizonte infinito del cosmos.

Se comunican con la nave por “radio” (SIC) y, para sopresa de ambos, del otro lado estaba Elon Musk -interpretado por Patricio Burton- para beneplácito del astronauta caracterizado por Dolina, que manifiesta admirarlo muchísimo. Elon/Burton no se deja dorar la píldora ni chupar las medias: les aclaró de movida que les iba a cobrar por el servicio y rechazó de plano una oferta que le hacía el Astronauta Dolina de pagarle al regreso a la Argentina con “algunos de nuestros recursos naturales”. Musk le dice muy seguro de sí: “no, no me interesa: esos ya los tengo todos. Quiero dinero ahora”. Como los astronautas argentinos estaban secos como lengua de loro, Musk se va dejándolos tirados.

El diálogo que se sucede a continuación es el que más me gustaría denotar y por eso vine aquí a dejar esta publicación:

Astronauta Dolina: ¡Que grande este tipo, nos deja acá tirados en medio de la nada, pero yo lo admiro igual! Lo amo

Astronauta Gillespie: Pero... ¡¡tiene una insensibilidad total!!

Astronauta Dolina: Precisamente eso es lo que amo

Listo. Ese remate. Decime si no la clavó al ángulo. Pensalo. Ponerse a explicar las implicancias del chiste es redundante.

Aguante Dolina

Aguante la sensibilidad en tiempos odiantes

Aguante todo