El agua de Becerra, el fuego del presidente

Hemos empezado a naturalizar que al Presidente de la Nación le guste el ejercicio de la venta de humo a través de redes sociales. Es una realidad nociva, porque no es simplemente el acto repetido de megalomanía de una persona (ni más ni menos que la más alta figura del Poder Ejecutivo) que se soslaya buscando que millones de personas le festejen bravuconadas que acarrean falsedades desde el espíritu más reaccionario y venal, sino que en este ejercicio casi cotidiano el presidente está construyendo un estrepitoso espíritu ético de época del que nos costará muchísimo volver.

Desde el lunes de esta semana el presidente no para de subir a redes mensajes de odio contra Maria Becerra acusándola de haber cobrado 100 millones de pesos del gobierno provincial neuquino por haberse presentado en la Fiesta Nacional de la Confluencia en Neuquén.

LLegó a compartir en su twitter una captura de pantalla de un medio falso llamado “NotiNeuquen” (¡sí, un medio que no existe!) cuyo título es: “María Becerra cobró 100 millones de pesos de fondos provinciales en el concierto en el que criticó al gobierno por los incendios”.

Para empezar a desenredar el espiral de mentiras evidentes, quienes vivimos en la Confluencia sabemos que la fiesta la organiza el municipio de Neuquén y no la provincia. Ya partimos de dos falsedades en la supuesta "denuncia" del más alto mandatario de República: no existe el medio que cita, no sabe nada sobre las características de la fiesta nacional que invoca.

Y si quisiéramos seguir desandando la mentira sin mucho esfuerzo, podríamos acceder -con un solo golpe de gugleo- a un documento de público acceso que demuestra que el concierto de María Becerra -y los del resto de los artistas que llegaron a la provincia para tocar en la Confluencia- los pagó íntegramente la productora privada Fenix Entertainment Group, ya que la Municipalidad de Neuquén lanzó en noviembre de 2024 el llamado a una licitación pública “N° 22/2024” para la realización de la Fiesta Nacional de la Confluencia y en el pliego está carísimo que la licitación incluye:

“(...) la producción general del predio ferial, desarrollo creativo, estrategia de comunicación y explotación y/o comercialización de los espacios gastronómicos y del sponsoreo”

Y como si todo esto fuera poco dato chequeable, el documento aclara que:

“(...) la Municipalidad no abonará ningún tipo de contraprestación dineraria a la empresa interesada en organizar el festival, pues este sería financiado con el cobro de entradas al público".

¿Quere´ má? el documento también dice que:

“(...) a adjudicataria asume la responsabilidad de afrontar todos los gastos necesarios para el cumplimiento del objeto de la presente licitación y de la recaudación de lo producido de la venta de tickets”

y que:

"(...) se exime de cualquier tipo de responsabilidad a la Municipalidad y dejando indemne a ésta última, frente a cualquier reclamo de terceros, respecto de la venta, el valor y la eventual devolución del valor de los tickets”.

Teniendo en cuenta como se conduce desde que llegó a la Casa Rosada, está claro que el presidente no lo va a hacer, porque su megalomanía y sus claros intereses de generar confusión no se lo permiten, pero ustedes pueden ir a chequear todo lo que se cita en este artículo al respecto. Está todo disponible en la resolución N° 0583/2024, que es de público acceso.

Dicen por allí que estos temas relacionados a artistas, cantantes y "minorías" no importan demasiado, y dicen que son cortinas de humo que lanza el gobierno para que no prestemos atención allí donde hay que prestarla. Pero no, cada cosa importa. De hecho la mentira indolente (no le bajen el precio llamándole fake new, por favor) se produce porque los datos de la realidad demuestran que María Becerra tiene razón cuando se sube al escenario y acusa al gobierno nacional de abandonar las tareas de apagado de los incendios en todo el país, porque también es fácil y enteramente chequeable ver los datos oficiales del Servicio Nacional de Manejo del Fuego donde se verifica que en 2024 se recortó un 81% el presupuesto para la prevención y el control de incendios.

Viendo la coyuntura de crecientes complejidades macroeconómicas e incertidumbres y padecimientos sociales en todo el país, no es tan difícil colegir que el presidente (y su think tank de expertos en comunicación digital) apuestan a odiar y mentir en temas fácilmente rebatibles porque saben que el efecto reaccionario de una sociedad enojada les "garpa" y les da aire. En este caso el mecanismo es muy evidente: en vez de atender las verdaderas razones y ocuparse fácticamente de los mega incendios de bosques y zonas rurales en varios puntos del país, el presidente, sus ministros, sus voceros y la cadena oficial de trolls pagados "con la nuestra" apuestan a mentir sobre la paga de María Becerra, o eligen a hablar de manera altisonante (Bullrich's extreme awful style) del terrorismo mapuche marxista kirchnosoviéticovenezolaní que supuestamente se cierne sobre nuestras cabezas.

Pero no hay que olvidar algo: frente a la avalancha de mentiras, los datos siempre están a mano. Toda aquella persona que quiera ponerle empeño a la verdad y dejar de comprar a paquete cerrado todas y cada una de las mentiras berretas que se largan oficialmente mientras la soberanía zozobra, la macroeconomía empuja a la recesión y la pobreza y la ética y la moral (tanto que la invocan) se duermen en los brazos de la mentira.

Dato puro mata cualquier relato bravucón, de esos que convierten a la masa en un puñado de personas bobas repitiendo cosas que no son ciertas. ¿Eso quiere la sociedad argentina en su conjunto? Dejemos de repetir falsedades, no seamos tan corderos pagados en el disfraz de leones. Echemos ganas a tratar de ver la verdad tras las infamias baratas. Vamos, no es tan difícil...