La Negra Camuya.
una historia grabada en la memoria de un Neuquén que comenzaba a marcar los tiempos de su crecimiento y proyección patagónica en la pluma del historiador, profesor Ricardo Koon
07/10/1980
• Fallece en Neuquén, Blanca Nieves Pereyra, La Negra Camuya, Hija de Eufemio Pereyra, expedicionario al desierto y de la cuartelera Clementina Arroyo.
Su padre fue policía territoriano en Chos Malal.
Maestra y militante peronista, la historia del Barrio Belgrano de Neuquén la recuerda cuando arreaba sus vacas desde el embarcadero hasta el río Grande en que sacaba leña de las jangadas de troncos.
Pisaba barro junto con sus hijos para hacer adobe de ladrillos y venderlo.
También recibía de la carnicería La Sureña, grasa en rama que, en familia picaban y derretían para ofrecérsela al mismo carnicero que la revendía a mejor precio.
En el matadero recogía patas de ganado faenado para fabricar quesos, que luego vendía.
Trabajó de lavandera en el hospital local, luego en el sector de maestranza en la Municipalidad y finalmente en la Gobernación hasta su jubilación.
Cuando se creó el Movimiento Popular Neuquino hicieron la sede del mismo en una casa precaria de adobe que ella tenía en el barrio Bouquet Roldán frente al Club San Martín.
Fue ella una de las personas que incondicionalmente acompañó en la campaña a su amigo y médico personal doctor Ángel Nicanor Romero cuando fue candidato a gobernador de la provincia en las elecciones de 1973.
Cuando Héctor Cámpora visitó Neuquén para la segunda vuelta en 1973, se reunieron en un almuerzo en el Tenis Club y Blanca, especialmente invitada por el Dr. Romero se sentó en la cabecera de la mesa con todos los políticos del partido.
Casada con Carlos Ismael Nordenström.
Adoptó doce hijos: Gustavo Javier Pereyra (el ferroviario, f. 2019), Lucía Amanda (n. 10/06/1955), Mirta Liliana Pereyra, Elena Ester Reinado, José León, Luis Aguilar, Raúl Obredor, Carlos Eduardo Figueroa, Raúl García, Hugo. César Daniel y Reynaldo.
Y para mantener a esta familia, ella y su esposo no ahorraron sacrificios.
La necesidad la llevó a cantar en el Bar Central de Miguel Zelatta, ubicado en la primera cuadra de la calle Mitre. Viejos pobladores que la conocieron recuerdan que era una gran bailarina de tango.
Aunque no sabía manejar ni ella ni su esposo, compró una Estanciera, que conducía su hija Lucía y con ella sacaba a pasear a los chicos del barrio.
Preocupada por la educación de los niños abrió en su propia casa una escuelita de apoyo enfrente del Club El Biguá para ayudar a los chicos en sus tareas escolares, allí les enseñó a muchos las primeras letras, a sumar y restar.
Ella sabía de las consecuencias de no haber terminado la escuela, había cursado hasta tercer grado en la Escuela Nº 2, y por esas cosas del destino no pudo seguir, pues debió salir a trabajar.
Su esposo trabajaba en la quinta de la Residencia del Gobernador, donde además era casero.
Un espacio verde del barrio Belgrano de Neuquén lleva su nombre (Decreto Municipal Nº 0513/2008)
Acontecimientos y Protagonistas de la Historia del Neuquén. 2da. Edición
Prof. Lic. Ricardo A. Koon.
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