Bibliotecas Si ó Si
Las Bibliotecas son espacios creados por inciativa de lectores y amantes del libro que , reunidos, provocaron que se expandiera la idea de acercar a la gente al libro de la manera más práctica y sencilla.
Son, generalmente, creadas por una comisión de vecinos, que logra convocar a socios que, con su aporte, las mantienen.
Esa forma, en la Argentina, tiene sus vaivenes de acuerdo a varias aspectos. Si obtienen la legalidad de personas Jurídicas, pueden recibir el subsidio del Estado, que por Ley Nacional, corresponde. El mismo, sumado al aporte mensual de socios, puede mantenerse. No ocurre en todos los casos lo mismo: problemas de papeles, de organización, de situaciones particulares y, algunas veces, la demora de la llegada del subsidio estatal y el empobrecido registro de socios impide un normal desarrollo y crecimiento. El esfuerzo, la voluntad, la responsabilidad y el entusiasmo de bibliotecarios, lectores y vecinos siguen siendo lo destacable de la actividad.
BIBLIOTECAS AL PASO, una excelente forma de llegar.
“Algunas referencias marcan el origen de esta idea en Estados Unidos, bajo el nombre de Little Free Library, en 2009. También en Alemania y Suiza surgieron las primeras hacia el 2010. veces son estanterías, algunas tienen forma de pequeñas casitas, ubicadas en la vereda, en la puerta de un comercio, una esquina o una plaza, y existen también algunos casos en los que es difícil tener un número exacto de bibliotecas que hay en el mundo ya que se trata de iniciativas autogestivas, a cargo de escuelas, organizaciones sociales o de vecinos entusiastas. que se utilizan cabinas telefónicas públicas en desuso o heladeras”
expresa puntualmente María Marta Rodríguez Denis, docente, editora, gestora cultural de esta iniciativa y vecina del Parque Chas, en una nota publicada en la revista para bibliotecarios “Mi Biblioteca”, en España.
Esta propuesta arribó a nuestro país en el año a la 2014 de la mano de Pablo Morales Andreau, un docente que propuso la iniciativa en su comunidad para crear una “Biblioteca libre” en la plaza pública de Corrientes, su ciudad.
Luego surgieron en la Ciudad de Buenos Aires y en otras importantes del país, desafiando al vandalismo, a la indiferencia, a la vorágine que suele devorar a los ciudadanos que pasan al lado de ese "casita", "canasta", y otras formas de hacerla posible, apuntando que es una buana manera de implsar el intercambio de la lectura.
Es gratis y está a mano (si queremos).
Una excelente idea, producto del amor al libro y la confianza que la lectura del mismo despierta para hacer más amable y rica la vida.
Hilda López
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