De los grandes comunicadores: Miguel Ángel Merellano.
Miguel Ángel Merellano nacido en Flores en el año 1931 fué uno de los periodistas más populares de la radio y televisión porteñas. Un ámbito donde supo crear —merced a su estilo reposado, coloquial— una forma muy particular de vincularse con sus oyentes, quienes disfrutan tanto de la dinámica de sus reportajes como de la equilibrada dosificación que logra con los mejores temas musicales.
Llegó, además, a convertirse —luego de casi tres décadas de trajinar en el métier— en un verdadero experto en esos medios de comunicación: desde los 17 años, cuando abandonó la casa paterna para comenzar a trabajar en una radio tucumana, no cesó de adentrarse en el agitado mundo de las emisoras.
Por supuesto, ese fervor le redituó no pocas compensaciones: basta recordar la popularidad que recogieron los diversos programas que capitaneó, uno de los cuales —el noctámbulo 'Generación espontánea', inaugurado por Radio Belgrano— marcó una época en materia de radiofonía.
Cuando surgió ese ciclo todo el mundo se apuró a decir que era absurdo, que los únicos que escuchaban radio de noche eran los camioneros e insomnes, quienes sólo querían escuchar tangos. Merellano insistió en el formato para charlar cuatro horas seguidas con los protagonistas de la realidad, para acercarla a la mayor cantidad de gente posible.
Ese ciclo se trasladó a la televisión —Canal 7— y, poco tiempo después, conquistó un galardón en la ciudad de Rosario; premio que coincidió, paradójicamente, con un brote de rumores que daban por sentado el inminente levantamiento del programa. "El jurado rosarino, integrado por gente prominente de la ciudad, consideró que el era el mejor programa cultural de la televisión argentina. El premio constituye un excelente estímulo para seguir en esa dirección.
Merellano decía: "Parece que todavía no nos dimos cuenta de que el país es nuestro, y eso se ve en la concepción que tenemos de la palabra "Estado": cuando se dice que se estatiza un medio de comunicación, todo el mundo pone el grito en el cielo. Si bien es cierto que a veces eso significa un manejo antieconómico y no pocos acomodos, no cabe duda de que el Estado debe asumir esa responsabilidad".
Y lo fundamentó de esta manera:
—Todo lo que se propale a través de la radio y la televisión produce o destruye cultura: una buena programación musical, por ejemplo, favorece la "formación" del oído, mientras que una mala lo prostituye, produce la "sordera" del público, que termina por convencerse de que esos cantorcitos de moda hacen música.
El periodista incursionó en la Radio LU19, La Voz del Comahue en la década del 80 con un programa que se emitía los sábados por la tarde. Llegaba en avión por la mañana y se instalaba en el estudio con una cinta grabada con música variada que iba desde la clásica (Mozart, por ejemplo) hasta el rock del momento, con la explicación e historia: era una clase magistral.
Merellano fallece en un accidente de avión en 1985, cerca de la Provincia de Salta.
Comments