Se fue hace 73 años, y está...

Por Hilda López

¿Cómo sería la muerte? ¿De que color?...roja?, negra?, blanca?

Ese día llovía sobre la ciudad de Buenos Aires. En el patio de mi casa estaban algunos de los vecinos y mis padres, con caras muy tristes comentando algo serio en voz baja…

Fui a la escuela, yo tenía 14 años y concurría a la Escuela Normal de Señoritas N° 5, sobre calle Vieytes en Barracas donde los profesores nos recibieron pidiéndonos silencio y que nos ordenáramos para salir del establecimiento.

Caminamos mucho, otros alumnos de otras escuelas también marchaban hacia ese destino donde estaría ella…¿sería la muerte?

Las calles cubiertas de flores de todos los colores marcaban el rumbo, la llovizna caía suavemente como un manto gris sobre la ciudad dibujando un escenario donde la tragedia entregaba su último acto. Filas interminables de gente cubriéndose las cabezas con diarios, cartones, paraguas, formaban el cortejo, era el cortejo del amor sin claudicar.

Mujeres, hombres, niños, jóvenes, viejos, apretando el llanto y abrazados al dolor esperando el momento del encuentro, de ese encuentro único y sin reserva.

Llegamos a la entrada del edificio de la CGT impactados por el silencio y entramos. Una sala grande, donde estaban los hombres de negro guardianes del lugar y, en el centro, el féretro brillante con un vidrio en la tapa.

Una mujer, con un paño en la mano, iba y venía sobre ese vidrio limpiando las huellas de las manos y besos de la gente.

Me acerqué, me elevé para mirar mejor…para verla…ahí estaba con el rostro pálido, transparente, y en los labios una sonrisa apenas, esa sonrisa que quedó grabada para siempre en la bandera de la historia del país.

Ahí estaba, por fin, la muerte revelada…era blanca…infinitamente blanca …era esa mujer única trascendiendo el tiempo, era ella…

Al regresar a mi casa y mirar a mis padres callados, pegados a la radio en medio de voces apagadas, tuve mi primer encuentro asombrado sobre la muerte como la pérdida de alguien que es quien revela, con la muerte, un sentido de la vida.