Un tiro libre bastante particular

BREVE RELATO DEL ESPANTOSO TIRO LIBRE QUE PATEÓ MACRI EN LA CANCHITA DE SU QUINTA 'LOS ABROJOS' Y LUEGO LE MOSTRÓ ORGULLOSO, EN MEDIO DE UNA VISITA OFICIAL, AL PRESIDENTE CHINO XI JINPING

(...) El número 2 del equipo blanco espera tranquilo, las manos en jarra, mientras el equipo rosa arma la barrera. El tiro libre, del medio hacia la izquierda y a metros del área, es ideal para un diestro. El arquero, apoyado en su vertical izquierdo, intenta ubicar a sus jugadores.

“¡No veo, no veoo...!”, protesta.

Pero el vallado humano parece clavado en el césped. El tipo se desespera. No ve. Ni a la pelota, ni al árbitro que pita y da la orden, con el cieguito indefenso a siete metros del otro palo.

El shoteador apunta hacia ese vacío. Sin tomar carrera da uno, dos pasos y le pega suave, como empujándola, con cara interna y bien abajo para que tome altura. El movimiento corporal es rústico. La cintura tiesa, el pie de apoyo desacomodado respeto al punto de impacto, piernas rectas, equilibrio precario.

El balón vuela, manso, hacia lo inhabitado. Cae cerca del palo derecho mientras el arquero vuelve titubeante, resignado, con el dolor del amante que llega tarde a la cita. Gol.

El 2 aprieta los puños, gira y trota hacia su campo, solo, con el pecho inflado. Hay festejos en la canchita de la quinta ‘Los Abrojos’, en Los Polvorines (*).

En el Palacio del Pueblo de Beijing, Mauricio Macri, chocho de la vida, le mostró el videíto de su tiro libre a Xi Jinping, presidente chino desde 2013, líder de la segunda economía del mundo, ingeniero como él, doctorado en ciencias jurídicas y teoría marxista, hijo del histórico Xi Zhongxun, uno de los 'Ocho Inmortales' de la Revolución Comunista.

Antes le había regalado una camiseta de la Selección Argentina con el número 8 que, para los chinos, es símbolo de buena suerte. “Lo impresioné con mi gol de tiro libre.

¡Me dijo que parecía Messi!”, se entusiasmó Macri con los funcionarios que lo acompañaban.

Frente a los empresarios chinos, habló en mandarín. “Ni hao”, dijo. Hola, en español. Lo aplaudieron.

Liu Quitao, el poderoso presidente de la 'China Communications Construction Company', le dio su tarjeta y prometió encuentros futuros.

En Shanghái, su siguiente parada, lo esperaba Carlitos Tevez y ya en Tokio, Macri posaría con Shinzo Abe, primer ministro japonés, y Naohiro Takahara, ex delantero de Boca.

La vida de un hombre feliz.

Párrafo de la columna de Hugo Asch en Diario Perfil del domingo 21 de mayo de 2017, donde se cuenta en detalle el escuálido tiro libre del presidente Macri, exhibido en su telefonito durante su visita oficial al presidente de China, Xi Jinping.

(*) En la Quinta ‘Los Abrojos’ de Mauricio Macri supieron transpirar la camiseta, entre otros, el juez Rodrigo Giménez Uriburu y el fiscal Diego Luciani, dos astros del club ‘Defensores del Lawfare’. Como todos saben, allí jugaban de local.