Una carta de amor
Siempre pienso en vos el día que partiste….Hoy No.
Hoy que voy despidiendo de a poco mi ojo izquierdo, mi mano izquierda y la defensa de mis piernas. Hoy que la sangre me grita en cada bomba que cae en Palestina y esquirlas en Damasco. Hoy he soltado como un globo la sombra del mañana, la que empañara mis ojos cuando amanezca. Hoy quise adelantarme a esa madruga del 22 en que, seguro, te sentiste más solo que esa piedra sofría que los siglos no pueden mover.
El recuerdo, que no es lo mismo que la nostalgia, me empuja a pasar nuevamente por esas rotas heridas que por “rotas” y “heridas” ya nadie podrá volver a lastimar. Cuando te fuiste, seguro – como canta Raly- yo dormía. Te imagino diseñando trajes para la luna. Eras diseñador. Te imagino ordenando estrellas para volverlas a desordenar para cuando mire arriba. Eras obsesivo con el orden.
Te imagino escribiendo un libro con la biografía de todos los artistas que admirabas como yo, pero ya están contigo. Te imagino haciéndome cosquillas en la panza cuando como vos mi estomago cantaba . Vos y yo aprendimos que el hambre no es el apetito, el hambre es tener miedo a no volver a comer y como el miedo es viento que se va tras el sueño de seguir ilusionándonos.
Cuando los tiempos se transformaron en un poncho de alpaca comías como loco ese dulce de batata mientras seguías la huella con tu gilera, a la que llamaste casi como él; pero la tuya era “La Fortaleza”.
La misma que te faltó ese 21 de febrero hace 53 años.
Dejaste una carta con encargos ‘No olvidarse de pagarle a Juan el almacenero el fiado del otro día. .... ‘ Y así una lista de pequeños detalles que tu memoria prodigiosa no podía permitirse congelar en el olvido.
Por mi parte te cuento que no anotaste lo que yo iba a
pedirTE
lloviznarTE
enojarTE
fallarTE
mentirTE
abrazarTE
soñarTE
disfrutarTE
pensarTE
amarTE
Quería decirte que por un tiempo te odié por eso. Trataba de entender y no podía. Y cuando a veces uno no entiende, y no está de acuerdo: odia. Eras diseñador de moda y te dormías en una Singer mientras cocías. Dibujabas y dibujas. Yo no sé hacer un dibujo ni cocer un botón, pero a veces escribo con lápiz, diseño estrategias de prensa, esbozo algún que otro guion y coso mis propias adoloridas nostalgias de lo que nunca tuve.
En estos tiempos donde la derecha ruge por todos los rincones del mundo, la palabra muerte y hambre son moneda corriente, te iría a buscar a ese 21F, x el Centro de Córdoba, donde se escuchó el disparo.
Con algún truco de la “inteligencia artificial” te diría que no, que aunque afuera haya millones de soles abandonados antes de ser develados, hay un par de "Te quiero" que no te dije y capaz te hacían dudar del partido más difícil de tu vida, el penal que erraste poniéndole fecha de vencimiento a tu partida. Dicen que va a llover por estos lados, yo digo que no; que alcancé a abrazarte antes de que el mañana sea mañana y me despierte sabiendo que nunca te tuve tan cerca como toda una vida.
Hasta mañana Abdon Abdul Majul.
Que descanses viejo.
te dejo esta foto que nunca tuvimos juntos.
Silvia Majul
