De Fisherton a Neuquén, un sueño. (H.L)
La “Unidad Educativa Cachaza” era un jardín maternal, creado por Susana Bacci docente, y quien suscribe en los años 70, en la ciudad de Neuquén. Primero funcionó en Avenida Argentina casi Elordi y luego en calle Salta casi San Martín. Entusiasmadas por las ideas que, sobre educación, leíamos con autores muy capos: Paulo Freire, por ejemplo, A.S. Neill (creador de la escuela Summerhill) por ejemplo y tantos otros, fuimos a buscar modelos, ejemplos, a Rosario.
Alli en el barrio del mismo nombre funcionaba la escuela de características inigualables: Fisherton.
Nos habían contado sobre las bondades de ese establecimiento educativo, que funcionaba en una casa muy antigua con un parque donde había un coche antigûo de tranvía convertido en una sala para actividades artísticas.
Recuerdo que en las salas donde se dictaban las clases diarias, estaba la imagen en papel, carteles, pinturas, de Platero, ese dulce animal que Juan Ramón Gimenez lo trajo a nuestra niñez para siempre. Platero era tratado desde el primer grado hasta el final del ciclo, como material para la investigación, lengua, literatura, historia, biografía del autor y sus obras. Al final del ciclo se le regalaba un ejemplar a cada alumno egresado como símbolo de la travesía más importante que hace el ser humano en su infancia: la escuela primaria.
En uno de los pasillos, funcionaba un kiosko atendido y administrado por alumnos elegidos entre ellos, una demostración de organización democrática simple y eficaz. En el parque se distribuían las actividades de educación física, con clases teóricas sobre el deporte en general: su lenguaje, códigos, particularidades.
Los alumnos podían quedarse a almorzar si lo necesitaban, debiendo avisar apenas llegaran por la mañana a los encargados del sector para hacer la comida adecuadamente. A fin de mes se sacaba la cuenta de cantidad de asistencia de cada alumno al comedor y se cobraba un mínimo valor. Los alumnos tenían doble escolaridad con materias artísticas a elección debiendo cumplir una etapa en lo elegido, para acceder al cambio si fuese necesario.
Hoy Fisherton, es el Instituto de educación integral con todos los niveles hasta secundario inclusive.
Unidad Educativa Cachaza, quiso ser una ventana abierta a una nueva manera de acceder al ámbito educativo formal. Trajimos una idea y un sueño, faltó tiempo y seguramente madurez para alcanzar aquellas metas. Pusimos juegos novedosos, trato personalizado, intercambio con la familia, acceso al arte, con un ritmo acorde a los niños que llegaron al lugar. Estuvieron allí varios de los hijos del Dr. Maletti, del Dr. Ferrari, Mariano Mansilla, César Altomaro, Pereyra, y muchos más que hoy forman parte de las nuevas familias neuquinas.
Cachaza era la casa de los pibes y de los padres, se respiraba la alegría de estar juntos y la responsabilidad de formar parte del crecimiento de la familia. Pasó el tiempo, se cerró el espacio por razones personales y varios de los alumnos pasaron al Jardín “Monina”, de Lucy Fernández, una gran docente que vive en España hace muchos años.
Pero esa es otra historia.
Hola! Me llamo Gabriela y entre mis recuerdos más lejanos está haber ido al jardín Cachaza de la calle Salta. Gracias por este recuerdo!