Dos hermosos discos setenteros
- layaparadiotv
- hace 11 minutos
- 3 Min. de lectura
"DIAMONDS AND RUST" JOAN BAEZ (1975)

Esta semana cumplió medio siglo el disco de la emancipación total de Joan Baez, quien por aquellos años iba a cumplir 35 y ya había ido a la guerra, a la paz, a la acción civil, a los festivales masivos, a los bares de trovadores. Una mujer que había atravesado dos generaciones de público -primero estadounidense, luego global- y que también había trascendido lo que se esperaba de ella como “cantante de género” (folk de raíz).
Pues en 1975, y por sugerencia de David Kershenbaum de A&M Records, Joan decide formar una super banda eléctrica y patear el tablero una vez más en su recorrido como artista popular para grabar un disco que estéticamente se acercara más al rock y el jazz rock que al folk de guitarra española que todo el mundo esperaba de ella.
El resultado es fantástico, porque lo que armaron junto a Kershenbaum fue un verdadero seleccionado capitaneado en los arreglos por el guitarrista Larry Carlton y el tecladista Dean Parks, dos músicos que venían escalando posiciones en la música de EEUU a fuerza de talento y maleabilidad en los géneros. El disco además contó con 17 músicos de sesión más que le aportaron coloraturas de lo más diversas. Y una gran invitada: Joni Mitchell, con quien hicieron a dúo una de las cuatro hermosas canciones que compuso Joan para este disco: “Dida”.
Fue este el disco en el que Baez se permitió por primera vez abrir las alas de compositora con tanta fuerza que hasta el disco se titula con el nombre de una de sus canciones, una de las baladas agrias más bellas de todas, la que le cuenta las costillas a Bob Dylan por llamarla diez años después de haber roto con frasecitas ambiguas de regreso y otras huevadas al estilo bien propias de don Robert.
El resto del repertorio es exquisito e incluye canciones de Jackson Browne, Steve Wonder, Janis Ian y el mejor cover bobdylaneano que ha grabado jamás la Joan: “Simple Twist Of Fate”, donde hasta se da el gusto de imitarlo con algo de sarcasmo y de manera divertida al cantar la última estrofa de la canción.
Feliz medio siglo para este discazo de la gran Joan Chandos!
"NO EARTHLY CONNECTION" RICK WAKEMAN & THE ENGLISH ROCK ENSEMBLE (1977)

Tras haber grabado y girado en vivo su "Mitos y Leyendas del rey Arturo y los Caballeros de la mesa redonda", el álbum más sinfónico de esta etapa de su recorrido como solista, grabando y girando con la más grande orquesta que una estrella del rock hasta allí haya soñado, Wakeman entrega una rockera banda de sonido para el film "Lisztomania" de Ken Russell. El siguiente paso fue encerrarse en la campiña francesa para cranear y producir su siguiente disco de estudio junto a su super banda, la English Rock Ensemble.
El resultado final es este gran álbum que nace de una experiencia de avistamiento de un objeto volador no identificado por parte de Wakeman y su bajista, Roger Newell.
Aferrado a la idea de que una civilización alienígena puede ser superior a la nuestra, el bueno de Richard escribió una historia en la que importantes asuntos éticos y morales -bien pero bien humanos- se encuentran tamizados bajo la vision (ficcional, claro!) de personajes e instituciones alienígenas que nos observan y en cierto sentido "nos cuidan", algo muy en boga en aquellos años en los que la new age estaba virando hacia ese lado.
Musicalmente el disco es uno de sus mejores laburos, ya que mezcla la perfección de pasajes instrumentales trabajadísimos con el concepto simple de la canción como género se en encargue de ir llevando el hilo del álbum.
El disco tiene funk eléctrico, sofisticado a niveles celestiales por la inclusión de dos vientistas descomunales como el trompetista Martin Shields y el trombonista Reg Brooks, a quien Wakeman les escribe arreglos realmente alucinantes.
También tiene baladas barrocas cantadas con muchísima elegancia por Ashley Holt (qué vocecita!) que brilla en sus interpretaciones tan bien cantadas como "actuadas".
Y bueno, el disco es tan diverso (en el mejor de los sentidos) que hasta tiene pasajes de rock oscuros y densos, al mejor estilo del Sabbath de "Technical Extasy" y "Never Say Die", que se desarrollan con plenitud total en la obra que cierra el disco, la genial "The Lost Cycle".
Punto aparte y para denotar con énfasis: el álbum tiene la apertura de sintetizadores más impresionante de la historia. Para ponerla a todo volumen y salir a dar una vuelta en ovni!!
Redescubrir este disco es grato. Descubrirlo 51 años después es una super sorpresa!
Feliz cumpleaños al disco extraterrestre del rey mago de los teclados de todos los tiempos!
댓글