Tan hermanos como H.I.J.O.S.
- layaparadiotv
- 23 mar
- 12 Min. de lectura

Un nuevo 24 de marzo asoma por el horizonte del calendario y con él un aniversario más de una de las fechas que marcó la ignominia socio política de la dictadura del 76', uno de los sucesos históricos más trágicos de nuestra historia como país.
El golpe de estado cívico, militar, eclesiástico que se materializó el 24 de marzo de 1976 es una fecha que el pueblo de la Argentina no debe olvidar. No es consigna, es deber. Es por por ello que -entre otras manifestaciones sociales más o menos concatenadas- años tras año, los 24 de marzo, centenares de miles de personas se vuelcan masivamente a las calles para dar cuenta de que el Nunca Más es muchísimo más que un mero eslogan.
Y porque está vigente la memoria sobre el espanto acerca de los crímenes de lesa humanidad y las brutales entregas de soberanía económica en contra del pueblo argentino que sucedieron durate ese periodo es que esta importantísima parte de la sociedad mantiene viva la llama de la acción civil a través de ejercicios cotidianos de memoria, y no solo los 24 de marzo. Mucho más en épocas en las que asoman su voz quienes no tienen pruritos morales en contra de los avasallamientos criminales cometidos en dictadura y -¡encima!- manifiestan un amor pleno por la entrega de soberanía económica y cultural. Muchos de ellos hablan desde sitios oficiales, cargos públicos y lugares de representación, y lo hacen con brutalidades de lo más variadas, haciendo de cuenta de que el horror que sucedió, no sucedió. A la vez mantienen con firmeza militante la fe de entrega soberana. Tanto así que públicamente “bromean” con Falcons verdes, niegan las desapariciones de personas y -si les das un puesto en el poder ejecutivo- hasta calcan las tablitas de conversión de Martínez de Hoz.
Pero por sobre esta minoría chillona, existen actores y actrices que representan en carne propia- con el peso de sus propias identidades y existencias- una síntesis perfecta de todo aquello trágico y oscuro que sucedió en este país y, por otro lado, también son el ejemplo del brillo del porvenir social que es posible si no se desconoce ni se niega la propia historia.
Esas personas son los hijos y las hijas de desaparecidxs durante la dictadura, personas y personajes sociales que cobraron una visibilidad plena en Argentina durante la década del 90 del siglo pasado, cuando generacionalmente empezaron a salir de la adolescencia y se empezaron a preguntar cosas importantes sobre sus identidades. Las preguntas que los vieron nacer como militantes fueron grosísimas: ¿quienes fueron sus padres y madres como para que el estado los desapareciera?, ¿cuáles eran las ideas y sueños que ellxs motorizaban?, ¿cuántas de esas injusticias por las que sus viejxs lucharon cambiaron para bien desde que ellxs fueron desaparecidxs y cuántas siguen injustamente presentes?
La democracia consolidada en sus artefactos de acción ciudadana les dio a estxs jóvenes el plafón para salir a la calle, pero primero fue necesario que se organizaran como asociación (así nació H.I.J.O.S.) y segundo fue tan o más necesario que una rebeldía militante les creciera como para salir a la calle en plena era de desmemoria neoliberal para pedir -mediante acciones civiles en la calle- que haya justicia en torno a los crímenes de lesa humanidad cometidos contra sus padres y contra el pueblo argentino en general, que se enjuiciara, que se enmendara, que avancemos como nación con la justicia consumada.

Lxs H.I.J.O.S. son un presente de lujo para la argentina, una realidad humana y social fuertísima. Si la historia tiene reservado un sitio de ignominia para aquellas personas a las que no les tiembla el pulso para avasallar libertades civiles, al punto de cometer crímenes, y que -además- entregan un país entero solo por mandato de sus dueños, para lxs HIJXS la historia guarda el lugar completamente opuesto.
El Valle
En el Alto Valle de Río Negro y Neuquén existe una filial de H.I.J.O.S. y todas las personas que lo conforman son ciudadanxs que las comunidades de nuestros pueblos reconocen y valoran, no solo por militantes, sino por el hecho de que son eso que la derecha ama llamar “gente de bien”. Lo son, y la sociedad local valora a esas personas. Desde sus lugares dentro de la sociedad valletana lxs hijxs se hacen sentir y cada dos por tres nos recuerdan quienes somos como pueblo y qué cosas vivimos cuando los derechos como ciudadanos nos fueron quitados a pura dictadura.
Hoy en Va Con Firma nos vamos a tomar el tiempo para compartir el pensamiento vivo, de pasado vivido desde la infancia, de presente de padre/madre, de abuelazgo militante y de visión hacia futuro de dos HIJXS que han trazado un camino importante en la cultura del Valle: Verónica y Facundo Martínez Duran. Los dos son hijxs de Anibal Martínez Duran, uno de los primeros desaparecidos (marzo de 1975) por la maquinaria previa al golpe de estado del '76, cuando los militares aun no formalizados en el poder y la funesta Triple AAA detenían, torturaban y desaparecían a los primeros ciudadanos argentinos en una suerte de proto historia de lo que luego sería moneda corriente y oficial.
¿Quienes son estos dos?
Verónica y Facundo se criaron en la ciudad de Neuquén con su abuela y su tía paternas. Vivieron una niñez y primera adolescencia en aquel pueblo en expansión que era Neuquén del segundo lustro del los 70's, cuando llegaron a la región tras la desaparición de su papá. Luego Facundo volvió a su Buenos Aires natal por un tiempo, regresó en sus 20's y se volvió a ir para alternar viajes esporádicos al Valle con una vida laboral, militante y cultural consolidada en Buenos Aires y en las sierras de Córdoba; pero Verónica se quedó y construyó su presente aquí.

Facundo mixtura sus actividades, eso hace desde hace varias décadas, ya que posee un pequeño emprendimiento turístico en las sierras cordobesas, pero también suele ser cronista en medios de prensa y difusión comunitarios que él mismo motoriza en Buenos Aires y en Córdoba. Además es músico, es cantante de la ya treintañera banda de rock neuquina La Fisura del Chocón, agrupación que lo “ata” con dulzura al Valle y con la que ha editado material de estudio. A la Fisura se la recuerda bastante en Neuquén y zonas aledañas por sus esporádicas pero alborotadoras presentaciones en el circuito cultural valletano de los 90's y en los primeros años de este siglo. Pero -volviendo puntualmente a Facu- si buscáramos una anécdota que sea una síntesis perfecta de la comprometida militancia por la identidad y la memoria y el trabajo cultural de Facundo como cantante de rock, esa anécdota sería la que le ocurrió en el otoño de 1996, cuando llegó al estudio de grabación “Iencenella Records” de Bahía Blanca a grabar el primer disco de la Fisura del Chocón con la mitad de la cara negra por los hematomas causados por los bastonazos que la policía le había dado en un bravo y corajudo festival por memoria y justicia que H.I.J.O.S y diferentes organismos sociales porteños habían organizado en la 9 de Julio, en pleno Buenos Aires menemista. De este episodio hay una foto del momento exacto en el que la policía lo reprende en la 9 de Julio y comienza a pegarle. Esa foto la sacó un compañero de Va Con Firma, el maestro Pepe Mateos, y fue tapa del Diario Clarín, motivo por el cual circula un chiste interno de humor negro en La Fisura del Chocón y denominan al episodio con el sarcástico latiguillo de “Somos la única banda neuquina que salió en tapa de Clarín”. Vean la impactante foto por ustedes mismos...

Y ya que estamos, compartamos también el video clip de la canción "Kempes" de La Fisura del Chocón, dirigido en 2001 por Norberto Gualda para la productora independiente Costo Zero Entertainments. La canción habla sobre el clima de euforia y represión que vivimos durante el Mundial de 1978.
Hablemos un poco sobre Verónica. Verónica Martínez es una de las figuras más reconocidas en la cultura neuquina relacionada al teatro. Es imposible estar parado frente a ella y no ver en ella a una laburadora total del teatro. Verónica respira teatro. Desde adolescente fue actriz y con el paso de las décadas fue perfeccionando sus capacidades como laburante cultural, incursionando en lo que hoy ya es sin dudas: una referente máxima de la cultura de la región. La Martínez ha dado y da clases de teatro, ha dirigido obras, las ha escrito, las ha actuado y las ha sacado de gira por todo el país. Ha formado elencos y los ha apadrinado. Ha participado y participa de vanguardias expresivas y también ha hecho y hace teatro comunitario. Sin ir más lejos antes de ayer brindó una función de su unipersonal “Astilla del mismo palo” de manera gratuita en la Universidad Nacional del Comahue, volviendo a subir a tablas esta historia en la que cuenta, con vuelo dramático impactante, quien es ella y como su historia personal es también la de este país.
Vero también motoriza una de las salas teatrales más activas de Neuquén, Deriva Teatro, sitio por el que pasa muchísima de la producción teatral de la región, como así también convergen diversos colectivos culturales de distintas disciplinas (música, artes visuales, etcétera) encontrando su lugar de expresión en la sede en la que Vero es anfitriona y directora.

Pero recuerden: Vero la referente de teatro es -volvamos a enfocarnos en el tema- una de las fundadoras de H.I.J.O.S Alto Valle. Y éste prometía ser un artículo en el qu, en vísperas del aniversario del golpe, los hermanos Martínez, laburantes culturales e hijxs de desaparecidos, nos iban a contar cosas importantes sobre lo que hemos vivido, vivimos y vamos a vivir por estos alborotados años en los que volvemos a necesitar la rebeldía y la cordura coordinada que caracterizó siempre a H.I.J.OS. Pues entonces cumplamos y ¡vamos a la entrevista!
¿Pueden recordar medianamente las circunstancias y la edad en la que decidieron empezar a militar por la memoria, verdad y justicia?
Verónica: Los recuerdos que tengo son de mi infancia, tal vez 8 o 9 años. Recuerdo acompañar a mi abuela a reuniones, misas del día de la madre donde llorábamos porque nos tiraban gas lacrimógeno,. Después acompañando a las primeras marchas a las que asistí en mi vida: las de la resistencia. Ya en la adolescencia eligí espacios de militancia y cuando se conformó H.I.J.O.S. Armamos la filial Alto Valle. En esa época viajé como delegada para participar de las asambleas nacionales de la agrupación. Después tuve un periodo de mucha convulsión personal que me alejó. Hace cuatro años estoy junto a otrxs compañerxs remontando la agrupación.
Facundo: Mirá, yo recuerdo a mi abuela (Magdalena Duran de Martínez) marchando en dictadura con el pañuelo blanco en la Ciudad de Neuquen. No era de las más activas, pero participaba. Recibió a Perez Esquivel en el aeropuerto cuando vino a esta ciudad luego de recibir el premio Nobel. Don Jaime la quería mucho. Yo creo que mi militancia empieza ahí, observando atentamente y acompañando, cuando podía o me dejaban. Recuerdo pasar por alguna marcha en plena dictadura, rateándome de alguna actividad a la que me mandaban. Me acuerdo de quedarme un ratito y volver rápido a mi casa del balneario. Era todo muy fuerte:estaban los Ford Falcón sin patente y con la antena de la radio amenazando a la gente...
¿Sienten que en los tiempos que corren tienen que re-explicar cosas muy básicas relacionadas con vuestra militancia?, ¿eso sería parte de un retroceso social, o como lo ven?
Verónica: En estos momentos me doy cuenta que en los últimos años había dado por sentado la toma de conciencia sobre el tema Derechos Humanos. Pero no es así. Siempre hubo quienes ocultaron sus pensamientos fachos y se sacaron la careta cuando el momento les fue propicio. Por ejemplo, durante el aislamiento en la pandemia observé como se mandaban al frente vecinos, se insultaba a quienes salían, sin saber por qué estaban en la calle, eran objetos de violencias. Muchos tenían un policía temeroso que vociferaba rabioso contra el vecino. Pensé en el miedo, ese que te desnuda. En los últimos años ví como muchas personas que antes no se animaban, ahora nos muestran su odio. Y es doloroso, pero real. Prefiero saber que es así y redoblar la apuesta, seguir trabajando para llegar a lxs pibxs, explicar las veces que sea necesario. Y denunciar el odio sin miedo.

Facundo: Creo que se cometieron muchos errores, y que el enemigo los aprovechó y logró un avance en su discurso. Sobre todo en los más jóvenes. El salto tecnológico en la comunicación y la situación extraordinaria de la pandemia prestaron el escenario para que avance la derecha. De todas formas me parece absolutamente reversible, ya que la mentira tiene patas cortas y la verdadera rebeldía es contra el sistema y la represión, tal como se empieza a dar nuevamente en las calles. Por otro lado el plan económico es el mismo que impusieron los milicos con Martinez de Hoz y va a terminar de la misma manera... mal. Creo que la gente empieza a ver que el rey está desnudo, y cuando esto pasa la bronca es más grande. Y el pueblo lo va a hacer sentir.
El campo del trabajo cultural y artístico -al menos en su gran mayoría- pareciera no haber abandonado o cambiado sus posiciones hacia la derecha ¿es una buena “trinchera” para seguir laburando conciencia o se achicó un poco el campo de acción?
Verónica: El arte siempre fue un buen lugar para encontrarme primero conmigo. El teatro me dió la posibilidad de crear, interpelar y molestar. La sala que construimos es una trinchera real y quienes estamos en ella la usamos porque aún con nuestras diferencias somos un equipo con objetivos claros y que no bajamos los brazos. Hay que generar a esas trincheras y defenderlas.
Facundo: La cultura, el arte y la educación son los más afectados por la motosierra de Milei. En un país pobre y dependiente el apoyo del estado a los artistas es fundamental y pasa a ser una cuestión de supervivencia. El momento de auge de las orquestas del tango, por citar un ejemplo claro, fue cuando el estado acompañó con una legislación acorde a los artistas nacionales. Creo que esto la mayoría lo entiende y por consiguiente lo defiende. Hay que ver en los nuevos lenguajes que aparecen entre los más jóvenes qué es lo que sucede: si la producción de los artistas sigue siendo la expresión desesperada de lo más convulsionado y castigado de la sociedad, que busca un cambio positivo, si se va a convertir en algo ornamentativo e indiferente, o incluso si va a motorizar el odio de las clases dominantes (esto último nunca lo vi) Creo que depende mucho del escenario de lucha que se viene y de la capacidad de trasvasamiento que tengamos los artistas con más experiencia.

¿Son de pensar que esta derechización de una parte importante de la sociedad va a durar mucho, o que es una fase de una época que no puede durar demasiado?
Verónica: Creo que hay un vaivén. Pero también creo que la ignorancia, el miedo y el individualismo favorecen a la derechización. Desde los medios hegemónicos se repiten consignas que naturalizan que si sos militante, mapuche, artista, disidencia, jubiladx, etcétera, tu vida vale nada y merecés que te repriman, te agredan y te maten.
Facundo: Para mí estamos protagonizando un reacomodamiento político internacional muy intenso, la guerra y las expresiones políticas de la post pandemia. Yo creo que va a cambiar, sin lugar a dudas, que las políticas de derecha van a fracasar, sobre todo en los países vos más pobres, que son los que tienen que pagar este chiste. En América Latina estamos más cerca de revertir esto, hemos pagado con sangre todos los experimentos de los imperialismos de turno y contamos con el capital de experiencia, la fuerza y la determinación para dar vuelta las cosas. Por supuesto, estoy hay que empujarlo, regalo y cuidarlo para que avance y se consolide.
Dicen que el grueso de la juventud prefiere expresar su rebeldía hacia la derecha. Es como un presupuesto de época ¿Ustedes qué opinan?
Verónica: Hay mucha juventud que expresa rebeldía sin investigar absolutamente nada. Hay mucha ignorancia. La figura de Milei puteando y hablando de la casta los sedujo, pero no saben quien está detrás,. Creyeron que tenían pocas oportunidades y muchos los apoyaron, pero ahora todo empeoró tres veces más...
Facundo: La juventud argentina siempre fue el motor de cambio en este país. En este momento se encuentra frustrada por una sucesión de errores de la conducción política que la representa, viene siendo ninguneada y marginada de las decisiones políticas del país y es la víctima principal del vaciamiento de la política. Hace mucho que se dejaron de formar cuadros políticos para ser reemplazados por CEOS de gestión, y esto generó una fuerte decadencia que impactó de lleno en toda la sociedad. Por supuesto que la juventud seguirá el camino de rebeldía y oposición al sistema, pero el camino a transitar será más complejo y cuando llegue irrumpir con más fuerza. Albergo la esperanza de que este proceso culmine con una profundización de políticas populares que se tomen como políticas de estado.

¿Son capaces de contar quien fue su padre en una frase o un párrafo?
Verónica: Fue un revolucionario de su época que, siguiendo sus ideales, entregó su vida.
Facundo: Mi viejo fue la persona más importante de mi vida, a pesar de haber convivido muy poco con él. Su ejemplo de lucha y entrega por su pueblo me marcó para siempre. Él y sus compañeros han quedado para siempre vivos en la historia de nuestro pueblo.
Cuéntennos cuales son sus planes para este año en función al laburo militante.
Verónica: Mis planes de este año tienen que ver con lo que tienen para contar los hijos, hijas, hijes. Sus recuerdos, las historias que guardan. Haré un trabajo artístico de memoria con nuestras propias historias.
Facundo: Éste será un año de mucho laburo. Con un grupo de compañeros ocupamos la Secretaría de DDHH de la CTAA y tenemos muchos proyectos a desarrollar, como los homenajes a trabajadores en sus lugares de trabajo por gremio, por ejemplo. También se cumplen los 30 años de la fundación de H.I.J.O.S. por lo que estamos preparando una batería de actividades. Este será un año de lucha, sin lugar a dudas.
A esta altura de vuestras vidas: ¿Hay dentro suyo más espacio para el pesimismo, o no?
Verónica: No mido en cantidad mi pesimismo. Creo que los humanos estamos destruyendo el planeta y el sistema de consumo, capitalista y despiadado nos barrerá del universo ¿Eso será pesimismo?... Igualmente planto día a día mi semilla.
Facundo: A esta altura de mi vida, a veces me entristece un poco volver a empezar con batallas que creía ganadas. Pero pesimismo nunca. Peores cosas hemos pasado. Tenemos el ejemplo de la lucha de nuestros padres y de las Madres de Plaza de Mayo. Somos el único pueblo del mundo que enjuicia y encarcela a sus propias fuerzas armadas. Seguiremos peleando con la misma fuerza y determinación de siempre y no nos detendremos hasta la victoria.
Comments