Y una vez más, poesía.
Adriana Trecco reside en Centenario desde 1994, coordina el espacio Decires, prácticas de Lectura y EscrituraCreativa y ha publicado su cuarto poemario: A un sorbo de distancia, aunque aclara que no es un libro pandémico.
“El libro estaba casi acabado en 2019. Algunos poemas escritos durante la pandemia no están guardados. El año pasado fue muy especial, me faltó el deseo para publicar, obviamente tiene que ver con ausencia de socialización, del compartir... Y este año es el de las decisiones. Por eso también está encaminado un libro de cuentos y relatos.”
Se refiere a No todo silencio, que en breve publicará Ediciones con doblezeta. Los escritos de Adriana forman parte de numerosas antologías y suplementos culturales: Calíope desnuda (Rosario, 2021), la Antología Federal de Poesía del CFI, ¡Basta! Cien mujeres contra la violencia de género (que fue traducido al francés), Plumas al Viento. Brevedades escritas desde la Patagonia, Leer el libro del mundo I y II, Identid@des, El Corredor Mediterráneo yVoy, entre otros.
También es autora de los poemarios Desandar la lluvia (2010), La edad del agua (2014), y Las nubes vacías (2018), títulos relacionados con “el agua”, la liquidez.
Ahora el libro sugiere algo más introspectivo ¿es así?
“La presencia del agua es muy transparente en esos libros, sí, sobre todo en los dos primeros. El agua permite múltiples significaciones más allá de lo paisajístico. Lo introspectivo también puede estar allí, lo que ocurre es que en Las nubes vacías hay un especie de apartado en que los poemas tienen otro matiz, y en el nuevo la presencia femenina, niña o mujer, se ancla en una mirada más observadora.”
Entonces, ¿por qué el título?
“Prefiero que los lectores hagan su propia interpretación aunque literalmente adviertan que refiere a un espacio-tiempo. Es simple y además puede leerse como parte de una de las poesías.”
¿Cómo se define el temario o corpus de un libro? ¿Eso cambia con cada poemario?
“En los dos primeros, Desandar la lluvia y La edad del agua, elegí un corpus amplio de poemas, aunque hay algunos tópicos que se reiteran, y luego los agrupé en partes en relación a esos tópicos precisamente. Me gusta incluir epígrafes. Me ordenan, me guían.
También en esos libros fue importante la elección de las pinturas, hay un correlato entre imágenes y textualidad. En cambio, Las nubes vacías y A un sorbo de distancia son libros más despojados, en lo visual y en sus estructuras. En esto también hay una intención: elegidos los poemas, la distribución me permitió organizarlos. Pero la elección en sí es aleatoria. No persigo un propósito, por eso, bien podrían haber sido otros los elegidos.”
Y una vez más
próxima a romperme
de las heridas copiosas
me salvas
De un soplido
corres los escombros
Repetidas veces
me salvas
De la monotonía
de esta rutina de vidrio
me salvas
Charla de Adriana Trecco con Pablo Lautaro en el ciclo Espejos
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