Mini historia del pueblo que resiste
- layaparadiotv
- 1 jun
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Por María Aurelia Martínez
Fuenteovejuna es una obra del dramaturgo español Félix Lope de Vega (1562-1635), considerada uno de los dramas teatrales de mayor relevancia del Siglo de Oro español.
Los hechos dramatizados se desarrollan puntualmente en 1476. Eran años de indignación social y turbulencias económicas que impedían el crecimiento de España (en comparación con otros países europeos donde se había instituido la burguesía). Ya se iba gestando la llegada de sus majestades muy católicas Fernando e Isabel y la unificación de los reinos hispánicos.
La obra trataba una problemática que giraba alrededor del enfrentamiento entre el viejo orden feudal y quienes consideraban que el poder no debía ser delegado sino que siempre debía recaer en una sola persona (es decir, en una monarquía absolutista, pensemos en el contexto).
El escritor tomó una situación acaecida en Fuente Obejuna: el asesinato de Fernán Gómez, el señor del pueblo y comendador de la Orden de Calatrava, a manos del mismísimo pueblo. La figura del Comendador es la de un hombre que viene a instituir disciplina pero de una forma violenta.
¿Viejo tema, no es verdad? Pero no perecedero. El enfrentamiento entre el sometido y el que somete, una constante en la historia humana. No importa dónde sucede ni cuándo.
Como dije antes, el pueblo unido desafía a un personaje odiado a quien ha dejado de temer. El protagonista de esta historia es el pueblo de Fuenteovejuna: la aldea en su conjunto, como un colectivo poderoso y retador.
Y acá en este vocablo me detengo: “colectivo”. Según la RAE: “Perteneciente o relativo a una agrupación de individuos”,

Para estos días que vivimos, en donde la gesta de El Eternauta ha removido la conciencia de muchos, recordé este drama que en un sentido social se emparenta.
Se ha dicho: “nadie se salva solo”, lo que es una verdad irrefutable. Lo fundido cobra fuerza, lo hermanado engrandece. Lo político es, además, lo ético. Hay en todo esto un cuestionamiento moral y ético, frente al pensamiento cívico y a la conciencia colectiva.
Un grupo, un conjunto, que toma sus propias resoluciones (cuestionables o no) siempre en pos del bien común y de la defensa de “los de abajo” (como llamó Mariano Azuela a los que no tienen voz pero ponen el cuerpo).
El honor que se defiende hace que los aldeanos de Fuenteovejuna no se amilanen ante la presencia del juez pesquisidor que viene a averiguar quién mató al Comendador. El pueblo reacciona siempre de la misma manera:
"-¿Quién mató al Comendador?
-Fuenteovejuna, Señor.
-¿Quién es Fuenteovejuna?
-Todo el pueblo, a una."}
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